martes, 24 de marzo de 2020

Capítulo 7 de Fernán "Días de playa"


Capitulo 7

Invierno

Después de comer el choclo, Fernán quiso bañarse, secarse, jugar a la paleta, saltar en la cama elástica, barrenar las olas, tuvo frío y se puso la campera, tuvo calor y se la sacó, comió galletitas, una banana, se mojó, se secó y se volvió a abrigar...
Cuando el papá logró sentarse un momento en la reposera le dijo:
-¿Porqué no seguís jugando en el pozo, Fernán?
La mamá lo miró con cara de "¿Cómo vas a mandarlo al pozo otra vez, después del susto que nos dio?". Pero dijo:
-Está bien, Fernancito, pero aquí cerca nomás. No te metas tan adentro, ¿sí?
Fernán ni oyó la pregunta. Ya estaba con la pala en la mano arreglando su pozo, que había quedado bastante desprolijo por culpa de las hojas secas.
-Qué raro que haya hojas secas en la playa- dijo la mamá, mirando el pozo.
-No es raro-explicó el papá, que sabía mucho- El mar puede traer cosas hasta del otro lado del  océano.
Y mientras ellos hablaban, Fernán cavaba otra vez buscando el bosque y el dragón, al que ahora le había perdido el miedo. Pero distraído como era, equivocó el camino y en vez de ver algo amarillo al fondo vio algo blanco.
-¿Qué será? - se preguntó  Fernán-. ¿Una nube?, ¿una oveja?, ¿un helado de limón?
¡A Fer le encanta el helado de limón!
Otra  vez cavó y agrandó el pozo hasta que pudo llegar a ese blanco que estaba al final, pero cuando estaba llegando le dio mucho frío.
-¡Mamaaaaa! - gritó, mientras volvía a asomarse a la boca del pozo.
-¿Qué?
-¡Quiero la campera! - gritó. Su mamá le alcanzó la campera y le pidió algo imposible:
-No la llenes de arena.
-No, mami-dijo Fernán, y volvió a internarse en el pozo.
-Que pozo enorme, ¿no? - dijo la mamá, sorprendida-. ¿Hasta dónde llegará?
-Hasta el Polo Norte, Mami-dijo Fernán a los gritos. Y su mamá escucho:
- Hasta el Polo Norte, mami.
-¡Que gracioso! - dijo la mamá-. Dice que va al Polo Norte. ¡Este Chico tiene tanta imaginación!

Claro que nosotros sabemos que no es la imaginación de Fernán. Cuando asomó por el pozo sintió un frío helado, porque el blanco no era de nube no de carpa ni de helado de limón; el blanco era blanco de nieve y de hielo.
Menos mal que Fernán tenía las ojotas  puestas, porque si no se hubiera quemado los pies. ¿Que no se quemaría porque no hay fuego? El hielo también quema y eso Fernán también lo sabía porque se lo leyó la maestra en un libro de Ciencias.
-¡Aquí no está el dragón!- pensó Fernán con tristeza.
El blanco era más aburrido, no había hojas para saltar, pero…
¡Había hielo para patinar!.

1 comentario:

  1. Familias, aquí subimos nuevamente el capítulo 7 de Fernán, esperamos que lo disfruten.Muchas gracias por visitar nuestro blog.

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