CAPÍTULO 2
¡Vacaciones!
-¿Todos esos juguetes tenes que llevar? – pregunta el papá mientras empuja la puerta del baúl que no puede cerrar.
Fernán no dice nada. Está enojado porque la mamá le está ajustando el cinturón de seguridad que intenta lograr lo imposible: que se quede quieto.
Por suerte no viaja solo en el asiento de atrás. Sentadito junto a él está su juguete preferido, un muñeco de peluche que le regaló su abuela. Se llama Rufo y todos le dicen “oso”, pero es un panda.
-¡Listos para partir! – avisa el papá, contento, y arranca el auto.
No llegan a la esquina cuando Fernán dice:
-Tengo hambre y sed.
-Vas a tener que esperar – le explica su mamá -. Recién tomaste el desayuno.
A las dos cuadras dice:
-Quiero hacer pis -. Los papás discuten sobre si alguno de los dos lo mandó al baño esa
mañana, pero entre tantos preparativos se olvidaron de que Fernán hiciera pis. Así que tienen que volver para que vaya al baño y de paso tome algo, y se traiga galletitas para comer en el auto.
-Ahora sí – dice el papá, alivianado - . ¡Listos para partir!
Sólo hace diez cuadras y Fernán empieza a preguntar: - ¿Cuándo llegamos?
Al rato: ¿Cuándo llegamos?
Y dos minutos después: ¿Cuándo llegamos?
El papá de Fernán para el auto y mirándolo a los ojos le dice, con esa cara que pone cuando está por enojarse, que no quiere que le pregunte ni una vez más cuánto falta para llegar.
Entonces Fer viaja un rato en silencio. Piensa, piensa, piensa…
-¿Cuándo llegamos? – dice una voz rara desde el asiento de atrás.
-¿Qué te dije? - gruñe el papá, enojado.
-Yo no dije nada – dice Fernán -. Fue Rufo.
-¿Rufo sabe hablar? – pregunta la mamá, sonriendo.
-Claro que sé. Y quiero saber cuándo llegamos – contesta la voz rara.
Después, mamá y Rufo conversan largo rato sobre cómo serán las vacaciones, si podrán comer helados y choclos en la playa, y cantan canciones que Fernán le enseñó a Rufo porque las canta con su maestra.
-¿Cuándo llegamos? – vuelve a decir Rufo.
-Basta, ¡terminala! ¿No ves que a papá le molesta que le pregunten? – lo reta Fernán.
La mamá ríe y el papá también, aunque con una sonrisa torcida.
Finalmente todos suspiran aliviados cuando el cartel de Mar de las Sierras aparece al lado de la ruta.
-¡Llegamos! – dicen los tres, festejando, y Rufo vuela por el aire de contento.
Los papás sacan valijas y bolsos del baúl del auto mientras Fernán pregunta: -¿Cuándo vamos a la playa? ¿Cuándo vamos a la playa? ¿Cuándo vamos a la playa?...
¡Qué lástima!
Van a ir a la playa en el próximo capítulo, así que ustedes y Fer tendrán que esperar…
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